El pasado 29 de noviembre, se tenía previsto realizar las elecciones de autoridades Rectorales y Decanales en la Universidad de Carabobo. Dicho proceso fue suspendido por la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, es decir; una elección que no fue.
Pero las ganas quedaron en el ambiente, todos los sectores se animaron, después de 14 años, a participar para con su voto elegir e inyectar nuevos aires al quehacer universitario. Se encendieron los pronósticos y también las especulaciones sobre qué podría pasar en esas, ahora añoradas elecciones.
Cada sector o grupo se daba como ganador. Muchos de los que les gusta pescar en rio revuelto y vender potes de humo quisieron generar la matriz de opinión de que existieron algunos “virtuales ganadores”.
Cada vez que se escucha semejante falacia solo alcanzo a pensar; -Las elecciones se ganan el día de las elecciones contando los votos-, no antes, ni en la virtualidad.
¿Hubo demostraciones de fuerza?
Sí, las hubo.
¿Se pudo suponer que habían potenciales ganadores?
Sí, pero no hubo conteo de votos, no se concretó esa medición. Así que todo lo demás es especulación.
Algo que sí quedó demostrado en este preproceso electoral es que, aquel modelo prehistórico donde se practicaba el cobro de favores, de que aquel es mío y el otro es tuyo, de que fulano le llega a mengano, ese modelo murió, el caudillismo feneció, quedó en el pasado. Ya nadie tiene obligaciones con nadie.
Esa dinámica de elegir a lo interno, mostró a un elector que además de sentir empatía por su candidato, quiere estar más informado. Los votantes necesitan evaluar propuestas coherentes para tomar una mejor decisión. Esto porque saben que la universidad no está para improvisaciones, y que una mala decisión puede significar mayores dificultades.
Ahora, comprendido este panorama, y entendiendo que desde el gobierno, por las razones que hayan tenido, se suspendieron estas elecciones, la comunidad universitaria tiene la oportunidad de darles una lección. Una lección tanto para ellos como para la sociedad en general.
La universidad debe responder con lo que mejor sabe hacer; elevar la moral, la ética, la integridad y el conocimiento de toda la nación.
Ahora bien, si de acciones concretas se trata, desde la Universidad de Carabobo, podemos hacer una demostración de civismo y democracia renovando los representantes o líderes de cada sector. Esta es la lección que debemos dar:
1). La renovación de cogobierno universitario, esto es elegir nuevos representantes profesorales al Consejo Universitario, Consejos de Facultades, Consejos de Escuela.
2). Elegir a los representantes del cogobierno universitario estudantil; representantes al Consejo Universitario, Consejo de Facultades, y Consejos de Escuela.
3). Llamar a elecciones en las distintas asociaciones, Asociación de Profesores (APUC), Asociación de Empleados (AEUC).
4). Llamar a Elecciones en la Presidencia de la FCU, Presidencia de los distintos Centros de Estudiantes.
5). Llamar a elecciones en los distintos sindicatos de obreros y trabajadores de la universidad de Carabobo.
6). Llamar a elecciones en las distintas Cajas de ahorro como en CATRAUC o el ya bien destruido Instituto de Previsión Social IPAPEDI.
Es el momento de dar una lección de integridad renovando cada sector por separado, estos no tendrían el “inconveniente” con respecto a padrón electoral que tuvo el proceso que fue suspendido.
Podemos abrir caminos, podemos hacer cambios sustanciales, Trabajemos juntos por el porvenir de la Universidad que está por venir.
Feliz día para todos.
Víctor M. Carrera A.
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